10 alimentos prohibidos para perros

La alimentación de nuestras mascotas es una de las principales responsabilidades que tenemos. En este blog hemos comentado los hábitos y las dietas recomendadas a algunas razas caninas y ahora es turno de los alimentos que no deben comer nuestras mascotas. Algunos de ellos tan sólo provocarán malestar gástrico a nuestro perro, pero otros pueden dañar sus órganos de manera permanente o provocarles la muerte. El objetivo de este post no es generar pánico o alarmar, sino resaltar la facilidad con la que la salud de nuestras mascotas puede verse comprometida si no somos responsables.

Leche, lácteos y chocolate

En general, puede asumirse que todos los perros son intolerantes a la lactosa. Su estómago es mucho más sensible a la ingesta de leche y derivados que el humano. Los síntomas comunes tras una toma de leche o queso son: vómitos, diarreas, dolores gástricos, flatulencias y en caso extremo mareos. 

El caso del chocolate es mucho más peligroso ya que este contiene una serie de sustancias como la cafeína o la teobromina que pueden disparar la tensión arterial de nuestra mascota llevándolo, en casos extremos, al coma y la muerte. Otros síntomas comunes son la alteración nerviosa, que puede afectar al sentido de la vista, mareos y vómitos.

Cebolla

Por suerte, este alimento tan común, y que puede gustar a nuestros perros, sólo es dañino en grandes cantidades. La causa es el tiosulfato, una sustancia de la cebolla que disminuye la cantidad de glóbulos rojos en la sangre de nuestra mascota provocando anemia en casos extremos

Ajo

Se trata de un alimento similar a la cebolla y que comparte con ella gran parte de sustancias y principios activos. El ajo es, sin embargo, mucho más tóxico que la cebolla. Por lo general se recomienda no dar comida especiada con estas sustancias o similares a los perros. La ingesta de ajo, aún en pequeñas cantidades, puede provocar insuficiencia renal, anemia y pérdida de hemoglobina

Uvas

Las uvas pueden resultar altamente tóxicas para los perros. Sucede igual con las pasas y con algunos frutos deshidratados. La ingesta de sólo 6 uvas ha provocado insuficiencia renal grave en algunos animales. Nuestros perros pueden presentar diversos síntomas, desde la ya mencionada insuficiencia renal, hasta letargo, deshidratación, falta de apetito y muerte en casos extremos a los 4 o 6 días. 

Aguacate

Hace unos años no habría sido necesario mencionar el aguacate en este post, pero con la generalización de las frutas tropicales en nuestra dieta, muchas mascotas han sufrido malestares gastrointestinales debido a la falta de atención de sus dueños. El aguacate presenta dos peligros de cara a nuestros perros: la Persina, una sustancia presente en este fruto que es muy indigesta para el organismo animal provocando, en casos extremos, torsiones estomacales (link al post de torsión) y el hueso esférico del aguacate, que muchos perros cogen para jugar pero que es posible que provoque atascos y heridas en el esófago de nuestras mascotas. 

El corazón de las manzanas y de otras frutas

Tradicionalmente existe la idea de que los perros se coman los restos de comida. Este hábito se sigue dando en muchos ámbitos sobre todo rurales. Por suerte, en el mundo rural, debido a la relación histórica entre humanos y animales, se evitan muchos de estos problemas alimenticios. Es importante reseñar que no sólo no es sano alimentar a nuestra mascota de sobras, sino que algunas sobras son especialmente tóxicas para su organismo. Ese es el caso de las semillas de manzana. El corazón de las manzanas que desechamos contiene semillas con alta cantidad de cianuro. Esta sustancia venenosa puede provocar convulsiones, desmayos y el coma en nuestra mascota.

Huesos 

No hay duda de que los huesos son un imán para los perros. Sin embargo hay que tener cuidado y ser conscientes siempre de que huesos está royendo nuestra mascota. Los huesos pequeños o de alimentos muy cocinados, pueden astillarse con facilidad provocando heridas en el esófago y estómago de nuestras mascotas, asfixia y dificultades digestivas. También debemos tener en cuenta el tamaño y raza de nuestro perro. Un hueso de pollo no debería suponer un problema a un Bull Terrier pero sí para un Chihuahua o un Pomerania.

Masas con levadura

La levadura es un hongo de fermentación natural que utilizamos para muchas de nuestras recetas caseras. Es común en el ámbito doméstico descuidar la cocina un instante y que nuestra mascota intente hincar el diente a lo que estemos haciendo. Sin embargo, hay que llamar la atención sobre el peligro de la levadura en el estómago de los perros. La levadura no sólo intoxica el estómago de los animales sino que se expande y se reproduce llegando a colapsar otros órganos de nuestra mascota. Sus síntomas son letargo, vómitos, malestar estomacal y falta de apetito.

Café y bebidas alcohólicas

Puede parecer difícil de creer que alguien deje alcohol o café al alcance de su mascota, pero sigue siendo importante comentarlo ya que estas sustancias son de las más peligrosas para los perros pudiendo llegar a ser mortales. El café contiene xantina metilada, sustancia que ataca directamente al sistema nervioso y acelera el ritmo cardíaco. Por su lado, el alcohol afecta a los perros del mismo modo que afecta a los humanos pero intensificado por un menor peso y por una metabolización del alcohol mucho más dificultosa. Estas circunstancias pueden producir problemas fatales en nuestro animal. 

Azúcar y Sal

Ante la duda, evita que tu perro tenga a su alcance cualquier tarro de la cocina ;). Con el azúcar existe un problema similar al del alcohol, a los perros les afecta igual que a nosotros pero cuentan con muchas más dificultades para metabolizar. Pensemos por un instante en cuantas cosas con azúcar comería un perro en la naturaleza. Al no tener un organismo evolutivamente desarrollado para ello, comer azúcar puede causar grandes estragos en nuestro amigo canino. Esto incluye también a todos los dulces procesados, alimentos azucarados como galletas etcétera. En cuanto a la sal, no es estrictamente dañina (los piensos de perro contienen cantidades considerables de sal) sin embargo, un exceso de sal prolongado puede destruir el equilibrio digestivo de nuestra mascota. Los síntomas son vómitos, convulsiones, falta de apetito y malestar. 

La alimentación de nuestros compañeros caninos es fundamental para su desarrollo físico y mental, al igual que con nosotros, el consumo de alimentos dañinos puede causar secuelas de por vida. Por eso es importante que seamos amos responsables y atentos y pidamos a las personas de nuestro alrededor que también lo sean.