La depresión en los perros puede ser una afección seria, pero es poco común que cause la muerte directamente. Sin embargo, la depresión en los perros puede conducir a otros problemas de salud y bienestar si no se aborda adecuadamente. Un perro deprimido puede perder el apetito, volverse apático, mostrar falta de interés en actividades normales y presentar cambios de comportamiento significativos.
Si estos síntomas persisten y no se trata la causa subyacente de la depresión, como la pérdida de un ser querido o cambios en el entorno, podría afectar negativamente la salud general del perro y predisponerlo a otras enfermedades. Es importante buscar el apoyo y tratamiento adecuados para un perro deprimido, a menudo a través de la ayuda de un veterinario o un especialista en comportamiento animal.