No hay un horario específico hasta el cual un perro pueda ladrar, ya que esto puede variar dependiendo de diversos factores, como el temperamento del perro, su entrenamiento, el entorno en el que se encuentra y las circunstancias específicas. Sin embargo, es importante tener en cuenta las regulaciones y normas de convivencia en tu área.
En muchos lugares, hay restricciones sobre el ruido excesivo o los ladridos prolongados, especialmente durante las horas de descanso. Es recomendable brindar una adecuada educación y entrenamiento a tu perro para controlar sus ladridos y evitar molestias a los vecinos.